Carlos Alcaraz se queda a las puertas de su primera victoria en un Masters 1000

Carlos Alcaraz no pudo sumar su primera victoria en un Masters 1000, en su estreno en un torneo de la categoría en Miami. El tenista español, gran esperanza de la Armada de cara al futuro, cedió en tres mangas en su estreno en Florida ante el finlandés Emil Ruusuvuori (6-4, 2-6, 7-5) en un encuentro trepidante y en el que Carlos estuvo a sólo dos puntos de llevarse el gato al agua.

Finalmente, el poderío de su rival al servicio y la mayor experiencia en partidos de este calibre le permitió a Ruusuvuori, pupilo de la Rafa Nadal Academy, darle la vuelta a la situación y hacerse con una importante victoria en un partido entre dos de los jóvenes valores con mayor proyección en el circuito ATP. Alcaraz, de 17 años, jugará muchos partidos en Masters 1000 en el futuro, pero se marcha de Miami con la espina de ver lo cerca que estuvo de que su estreno en la categoría fuera triunfal.

Alcaraz cierra los primeros meses de temporada con dos grandes resultados, que significaron su victoria ante un top-15 como David Goffin en el Great Ocean Road Open y la segunda ronda en el Open de Australia, tras superar la previa y ganar su primer partido en un grande, frente al holandés Botic Van de Zandschulp. Después, derrotas en Montpellier, Acapulco y Miami marcan el camino de un jugador con enorme talento y que poco a poco, da pasos en un año de progresión y aprendizaje continuo entre los mejores, a semanas de cumplir la mayoría de edad.

En el camino de Alcaraz aparece ahora la gira de tierra batida, en la que contará con los privilegios que acredita debido a su condición de futura estrella del tenis mundial. Al igual que sucediera en el Masters 1000 de Miami y en el ATP 500 de Acapulco, Carlos contará con sendas wild cards para disputar los cuadros finales del Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó y el Mutua Madrid Open, este último también de categoría Masters 1000.

Próxima parada: la gira de tierra

Pese a lo que puede imaginarse debido al pasaporte, Alcaraz no es un tenista de los considerados especialistas en tierra batida, si bien su perfil de jugador todoterreno –en el que se asemeja a Djokovic o Thiem– si le permite ilusionar con los posibles resultados que pueda conseguir sobre polvo de ladrillo. Siempre con la ilusión por bandera y a buen seguro, satisfecho con el aprendizaje en estos primeros torneos de 2021, la arcilla establecerá un nuevo capítulo en el que medir las posibilidades de la perla de la Armada.